El inicio de las apuestas deportivas en línea se produjo poco más de un mes después de que el estado comenzara a permitir las apuestas deportivas en persona en los tres casinos del estado: Encore Boston Harbor en Boston, Plainridge Park Casino en Plainville y MGM Springfield en Springfield.

Los legisladores estiman que las apuestas deportivas podrían generar unos 60 millones de dólares en ingresos fiscales anuales y entre 70 y 80 millones de dólares en derechos de licencia iniciales, que deben renovarse cada cinco años. La ley incluye un impuesto del 15% sobre las apuestas en persona y un impuesto del 20% sobre las apuestas móviles.

Las personas deben tener 21 años o más para apostar.

En la sede de la empresa de apuestas deportivas DraftKings, con sede en Boston, los trabajadores se han estado preparando para el inicio de las apuestas deportivas en línea en el estado.

La compañía ya estaba aceptando apuestas en más de 20 estados donde las apuestas deportivas son legales, pero la perspectiva de servir a los fanáticos de los Boston Red Sox, los Boston Celtics, los New England Patriots y los emergentes Boston Bruins es una emoción adicional, según el presidente de la compañía y co-fundador Matt Kalish.

La compañía también está encantada de que el lanzamiento se haya producido justo antes del inicio de los torneos de baloncesto de la NCAA, dijo.

“La forma más común en que la gente salta al producto suele ser para algún gran evento deportivo. Podría ser el Super Bowl o algo próximo como March Madness”, dijo. "Así que estamos lanzando en Massachusetts justo a tiempo para lo que debería ser un torneo increíble".

La Corte Suprema de los Estados Unidos en 2018 dictaminó que prohibir las apuestas deportivas era inconstitucional.

El exgobernador republicano Charlie Baker firmó el proyecto de ley que legaliza las apuestas deportivas. Baker, que no es presidente de la NCAA, argumentó que los residentes viajaban a Rhode Island, New Hampshire, Nueva York y Connecticut para apostar.

Los representantes de atletas profesionales están pidiendo a los funcionarios de Massachusetts que endurezcan las regulaciones para proteger a los jugadores y sus familias de las amenazas de quienes apuestan en los juegos.